23/1/09

La avispa asesina (basada en hechos reales)

Miguel se lanzó a la piscina con la poca ropa que llevaba. Dani, desde fuera le llamaba imbécil sin censar. Los dos chavales se lo pasaban pipa insultándose uno a otro y lanzándose al agua con las pelotillas al aire. De repente una avispa llamó la atención de los dos hermanos. No porque fuera muy grande sino porque hablaba en perfecto castellano. Les preguntó si habían visto algún avispero por allí cerca, ya que estaba cansada y quería echarse un rato. Los chavales, que nunca antes habían hablado con una avispa, le preguntaron si les iba a picar. La avispa, que se llamaba Ruth, les dijo que sí, y los chavales echaron a correr como posesos. Sin embargo no llegaron muy lejos, la avispa de un par de aletazos se les adelantó y les cerró el paso. Los miró con hambre en los ojos y dispuso su aguijón para pasar al ataque. Parecía que la suerte de los dos chiquillos estaba echada: iban a ser la merienda de aquella avispa tan educada y asesina. Cuando ya todo parecía perdido, a Miguel se le ocurrió quitarse una de las chanclas y estampar a la avispa con ella contra el suelo. Y ahí se acabó el susto y la historia de la avispa asesina.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué cruel!

Anónimo dijo...

Las avispas es lo que tienen, que caen mal, pican y no sirven para nada.