La mula mecánica (I)

Boby por fin hizo realidad sus sueños. Se compró la mejor mula mecánica que había en el mercado. La cuidó como si no fuera mecánica. La lavaba a diario con agua caliente y paños de seda normanda, la cubría todas las noches antes de irse a dormir, aunque nunca llegó a engendrar con ella. Tal fue su relación con la mula que se enajenó y le quitaron la patria potestad sobre el vehículo.

Su sobrino Lans se hizo cargo de la mula, pero no de su tío, que acabó sus días malamente en el siquiátrico de Long Ailand. Al poco tiempo unos niñatos le robaron la mula a Lans.

Seguirá...