12/5/09

El falo mágico

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Esto era una vez un hombre rico que llegó al pueblo alardeando de hacer maravillas con su falo. Según él no había hembra que no se rindiere ante sus habilidades ni hombre que no le envidiare el glande. Y para demostrarlo retó a todas las presentes –jóvenes y maduras, casadas y solteras, viudas y divorciadas, feas y guapas, gordas y flacas– a que probaren de su talento, prometiéndoles a todas y cada una de ellas que la que no quedare satisfecha sería indemnizada con una onza de oro puro.

Ni que decir tiene que el hombre del falo mágico se arruinó en menos de dos horas y, como no pudo indemnizar a todas las aldeanas, los hombres del pueblo lo cogieron, le cortaron el miembro y se lo metieron por la boca hasta que le taponó la tráquea. Murió asfixiado.

Moraleja: No hay que jugar con las cosas de comer.

2 comentarios:

Basseta dijo...

Prueba a cambiar "falo" por "programa electoral", a ver como queda.

Anónimo dijo...

Qué bestia! Desayunarse con esta historia, no es lo más recomendable!