24/7/09

La estaba esperando

La tarde me la trajo de nuevo, envuelta en gasa blanca y con las bragas a juego.
Sólo quedaba esperar el momento oportuno, la hora exacta, la ocasión precisa para entablar una conversación que no llegaría más lejos del hola primigenio. El contacto era inminente. Las miradas delataban deseo, y la entrepierna fabricaba sus jugos.
Estaba todo escrito y ellos se ciñeron al guión. La noche llegó cuando tuvo que llegar, ya tarde, y todo acabó con las últimas luces del pasillo encendidas por unos niñatos que habían salido a pasear a su jaskin siberiano. Luego todo quedó en silencio.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuánto tiempo sin leerte, y qué alegría verte con algo nuevo para divagar....

Anónimo dijo...

Por qué no escribes nada nuevo? Ya no recuerdas que hay quienes nos divertimos con tus micro-historias.