Pensarán que estoy loco por lo que voy a hacer, pero les aseguro que soy una persona de lo más racional. Más racional, incluso, que la mayoría de ustedes. Pero antes de nada permitan que me presente: me llamo Fernando Goldstein, soy doctor en física cuántica por la Universidad de Caravaca y trabajo en el Instituto Kelmer de astrofísica y propulsión a chorros.
Tengo dos hijas preciosas, de 19 y 17 años, que me ningunean, me insultan y hacen lo que les da la gana. Me odian, lo sé, y yo a ellas. Pelearme con ellas diariamente me ha provocado una úlcera en el estómago y una alopecia temprana. Mi mujer, a la que he amado como a nadie en el mundo, hace un par de años que nos abandonó. Me dijo que yo ya no le aportaba nada, y que no soportaba a las niñas, así que se largó con su monitor de reiki para que éste le abriera todos sus chacras (supongo que a golpes de polla). Lo último que supe de ella es que estaba en Cuba con un nuevo novio –monitor también de alguna mierda tántrica de ésas, seguro–.
Llevo más de diez años trabajando en un proyecto ultra innovador que permitirá al hombre viajar a otras estrellas. Un proyecto que, sobre el papel, es totalmente viable. He logrado demostrar matemáticamente, a través de ecuaciones de segundo grado y divisiones de más de dos cifras, que, contrayendo el espacio-tiempo con torniquetes de colores, las distancias estelares ya no serán un problema. Y la energía necesaria para llevarlo a cabo tampoco. El consumo de energía, a base de bombonas de butano, será ridículo e inagotable, ya que se irá generando al mismo tiempo que se gasta. No me pregunten cómo, pero es así.
También he diseñado las naves que podrán hacer estos viajes posibles. Sencillas y cómodas, con todo lo necesario para subsistir en el espacio. Todo, absolutamente todo, es perfectamente asumible con la tecnología y los materiales de que disponemos hoy día. Pues bien, todo esto lo tengo aquí, en mi ordenador, en una carpeta que se llama Cosmictravels. Todo está ahí. Ni copias, ni apuntes, ni nada.
Con esta información el hombre, por fin, podrá conquistar otros mundos, extender su dominio sobre el universo. ¿Se imaginan? El hombre poblando las galaxias. Llevando su mensaje de odio y asco allende nuestros mares cósmicos. Como una plaga de termitas. Como la marabunta, destrozándolo todo a su paso. Como una epidemia, un virus mortal. Eso es lo que tengo en la carpeta Cosmictravels. La misma carpeta que selecciono y que arrastro hasta la papelera. Ahora escojo del menú la opción vaciar papelera y ¡voilà!, la carpeta a la mierda.
No me miren así, no estoy loco. Sé que ustedes en mi lugar hubieran hecho lo mismo... ¿o no?
1 comentario:
Yo tb hubiera hecho lo mismo. Qué alegría ver de nuevo el blog actualizado...
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