14/6/08

Efrén Gómez versus Macauli Caulkin


La tarde empezaba ya a oscurecerse por los bordes cuando Efrén divisó en el horizonte a los cuatro jinetes del Apocalipsis: La Muerte, La Peste, El Hambre y La Televisión Autonómica Valenciana; montados a lomos de briosos corceles jerezanos, y mulas de carga andorranas, cabalgando entre las nubes hacia sabe Dios que inescrutables destinos.

Ésto le hizo pensar a Efrén en su propio destino: o se quedaba en casa trabajando como aprendiz sin cobrar un duro en la serrería de su padre, o se marchaba a Hollywood
(Jolibud) a probar suerte y hacerse millonario como actor secundario en películas de bajo presupuesto.

Su padre le ayudó a tomar una decisión al notificarle por escrito, con quince días de antelación, que no quería verle por su negocio ni en pintura. Así que se marchó al nuevo mundo cargado de ilusiones y esperanzas vanas.

Lo primero que hizo al llegar a Jolibud (Hollywood), fue echarse novia, después buscó alojamiento y por la tarde se casaron.

La boda fue todo un acontecimiento social, pues no en vano ella era la hija del Gobernador de California, Brus Willis.

Apadrinado por su padre político, Efrén entró por la puerta grande en el mundo del celuloide. Su primera película “La Jungla de Metacrilato”, coprotagonizada junto a Macauly Colkin, fue un fracaso comercial y de crítica. Pero esto no desanimó a Maculy Caulkin, que incluso subió sus tarifas de cara a próximos proyectos.

Efrén tampoco se desanimó, sino que entró directamente en una depresión post–parto de la que no salió hasta que empezó el rodaje del que sería su segundo largometraje: “La Jungla de Metalicrato II”.

En esta adaptación de la obra homónima de Raimond J. Séndler, Efrén tenía como partener a Mickie Runi, otro niño prodigio de la amplia bibliografía jolibudiense.
La película, que era una copia exacta de “La Jungla de Mecalitrato”, pero sin Makuli Kolkin, fue un éxito comercial, siendo nominada para diecisiete oscars, incluyendo el de mejor actor, para Efrén, y el de vestuario, para la Señorita Pepis.

Efrén acudió impecable a la Gala de entrega de las estatuillas de mier..., acompañado por su esposa y el padre de ésta, el también actor de mier..., Brus Willis.
Pupi Golberg, tan encantadora como siempre según Brag Pitt, y tan insoportable como siempre según la Junta Directiva del KKK, citó a los nominados al Oscar al mejor actor:

–Fred Perry, por su brillante interpretación en “Jerseys de Cuello Pico”, Macauly Colkyn, por “El Caprichoso”; Efrén Gómez por haber salido en “La Jungla de Metacrilato II” y Andrés Pajares por “No se qué”.

And de güiner is... –que quiere decir: la estatuilla de mierda se la vamos a dar a...
Se hizo un silencio sepulcral en la sala tan sólo interrumpido por las voces y gritos de todos los asistentes que no paraban de cuchichear sobre si éste se lo había hecho con aquella, o aquella se lo había hecho con éste y con aquél a la vez.

–¡Mackauli Colkin, por “El Caprichoso”! –gritó Pupi para hacerse oir.
Efrén no podía creérselo, el niñato ese iba a joderle de nuevo el protagonismo. Sin pensarlo dos veces saltó de su asiento empuñando un rifle de asalto, y de precipitada carrera subió al escenario donde se hizo fuerte cogiendo como rehenes a Pupi Golberg, Brag Pik y Simón Andreu, que había subido a recoger un Oscar, homenaje a toda una carrera de despropósitos.

Disparando un par de ráfagas al aire, Efrén acojonó a todos los invitados; a todos menos a Brus Willis, Chac Norris, Yan Clod VanDan y Jiug Grant que se cagaron encima.
Las fuerzas especiales de la policía, acordonaron el lugar con cordones, colocando francotiradores detrás de todas y cada una de las butacas y en el alféizar de un par de ventanas, mientras mandaban a un interlocutor a negociar con Efrén.

Efrén sólo pedía coger la estatuilla de mier... en las manos y dar las gracias a Billy Wilder, después se entregaría y nadie sufriría ningún daño. El negociador, Jarrison Ford Focus, le dio su palabra de que podía hacerlo sin temor alguno.

Efrén se acercó al micrófono, cogió la estatuilla y dejó el rifle en el suelo para levantarla con las dos manos. Cuando iba a dar las gracias recibió en su pecho el impacto de cien mil balas disparadas por otros tantos francotiradores, mientras el negociador gritaba desde el fondo de la sala “¡Nooooooor!”.

Efrén atinó a decir antes de morir: “... me cago en... todos... los muertos de... Macauli Colquin...”.

Estiven Espilberg, que vivió los hechos in situ, haría años más tarde una película, protagonizada por Tom Janks, basada en la vida y obra de Efrén: “La jungla de Metrakilato III. La Venganza”, por la que recibiría el Oscar al mejor director revelación.

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