11/5/10

¿Qué ha sido de mi vida?


Eduardo se asomó al espejo y, por primera vez en su vida, se interesó seriamente por sí mismo
.

Se preguntó qué había sido de su vida. Si había llegado a ser feliz alguna vez a lo largo de los años. Se preguntó si había conocido verdaderamente el amor, y si había gozado de los placeres de la vida. Se preguntó si había visitado aquellos sitios que siempre soñó, y si había compartido experiencias con las gentes que los habitaban.

Se preguntó muchas cosas y, de todas ellas, apenas pudo contestar afirmativamente a una, o ninguna. Ni había sido feliz, ni había conocido el amor verdadero, ni había viajado más allá de la frontera murciana, ni había follado todo lo que hubiera querido, ni nada de nada. Tan sólo, si acaso cuenta, -pensó-, sí es cierto que nunca había pasado hambre y que nunca pasó frío en las noches de invierno, pues su madre siempre le arropaba antes de dormir. Se acordaba perfectamente de eso, y del olor de su madre, a hierbaluisa y a hierbabuena.

Sí, había gozado del amor de sus padres y de toda su familia. Recordó entonces los veranos en casa de sus abuelos: la piscina, las comidas en el jardín, los juegos con sus primos, los tomates recién cogidos del huerto, la balsa de las ranas, y las mil y una aventuras que allí pasó. Sí, aquello se acercaba bastante a la felicidad. Pero seguía pensando que había follado poco.

4 comentarios:

Andreu Romero dijo...

En el fondo, es lo único que importa. Además si te haces adicto no engorda, sino todo lo contrario.

Anónimo dijo...

Pero qué mejor que el amor y el cariño de la familia!

Anónimo dijo...

Necesitaba reírme un rato... Y no hay nada nuevo...

Anónimo dijo...

Qué cambio de imagen! Pero no hay nada nuevo que leer?